Para
esta 6ª propuesta del PROYECTO CÓNDOR y Día del Investigador OVNI, FAO La Plata
eligió un predio cercano al río más ancho del mundo, donde en el mes de abril
se registró la aparición de una tanda de huellas en una canchita de fútbol, que el correr de los días y los ocasionales jugadores, contribuyeron a su
desaparición.
Celia,
Lucía, Patricia, Stella, Emiliano, Horacio, Juan, Luis, Lautaro, Miguel, Nelson,
Rafael y Raúl arribamos al lugar por un oscuro túnel arbolado, ya cayendo la
noche, puesto que nuestras obligaciones laborales no nos permitieron hacerlo
con la antelación adecuada para hacer relevamiento de terreno. Acomodamos los
equipos y comenzamos la jornada.
Lo
primero fue tirar una foto a cada punto cardinal, como de costumbre. Luego comenzamos
a movernos en la zona de la canchita para buscar diferentes ángulos. La cámara
en exposición con valores que oscilaban entre los 1000/2000 de ISO, 10” y 25” y
f 2,8 a 3,5 dependiendo de qué teníamos en frente, puesto que Selene, aún en su
cuarto más pequeño, ya nos observaba desde un cielo que prometía cada vez más
nubes.
Grande
fue la sorpresa al ver que en las fotos quedaban registradas las huellas que
supuestamente se habían borrado, siendo éstas las primeras tomadas en modo de
fotografía nocturna.
La
noche transcurrió sin actividad inusual, con mucho pasaje de aviones en tránsito
desde y hacia Uruguay, sin registrarse el paso satélites visibles, ni actividad
meteórica dada la nubosidad que casi impedía la visualización de estrella
alguna.
Por la mañana se le hizo conocer al dueño del campo que las huellas aún permanecían allí, pero éste respondió que “hace rato que se borraron”...
Esto
motivó a una nueva visita para verificar si las huellas sólo se ven por la
noche o si son tan imperceptibles que el ojo no avezado no se percata de su
existencia.
En breve, el desenlace...